
Por @carlos_montivero nuestro corresponsal en NY

Me golpeó la muerte de Taylor Hawkins, como si se tratase de un amigo cercano con quien compartí muchos momentos. Y es probable que a mucha gente le paso lo mismo que a mi; sentir que Taylor era mas que el baterista de la mundialmente conocida banda Foo Fighters, era un amigo, el amigo de tod@s. Claro, un tipo afable y cercano con sus fans, siempre sonriente y vestido casi de la misma forma desde hace 20 años cuando comenzó a hacerse conocido en la banda de Alanis Morrisette que en los 90’s explotaba los charts de música con su reconocido disco ‘Jagged little Pill’ (1995). Si no estuviste ahí, probablemente algo has escuchado de ese disco y/0 de Alanis.
EL primer single ‘You oughta know’ estaba en todas partes, en la radio (si, la gente escuchaba mucha radio), en las cadenas televisivas como MTV. Hawkins desde siempre mostró energía desbordante sentado atrás en la batería, haciendo de los shows de Alanis una aplanadora en vivo.
Leí hace poco el libro de Dave Ghrol “The Storyteller: Tales of Life and Music” en donde repasa muchas historias de lo que ha sido su carrera como músico, desde sus primeros años en Virginia, su comienzo en bandas de punk rock, sus giras por Europa y
USA con Scream, su corto pero intenso capitulo con Nirvana, que lo catapulto a la fama mundial y como tuvo que rearmarse tras la muerte de Kurt Cobain y fundar Foo Fighters como una forma de sobrellevar ese duelo. En el libro se detalla muy bien la relacion de Grohl y Hawkins, que desde el comienzo el la describe como haber encontrado su hermano gemelo, compartiendo no solo un humor similar sino que el amor por el Rock n’ roll y la gira. Desde lo musical, Ghrol vio en Taylor a alguien capaz de igualar la intensidad para darle a la batería, que sin duda, fue ampliamente superada por la exquisita técnica y pulcritud de Hawkins. Esa unión definió y dio el sello de los Foo Fighters. Además, David Grohl de cierta manera logra suplir la perdida de Cobain en 1994 y luego de su gran amigo de infancia Jimmi Swanson el 2008, por sobredosis. Muertes prematuras que definen tambien la Amistad de Grohl y Hawkins.
Para los que amamos la música, las bandas y discos que hemos escuchado no solo son
canciones que escuchar, sino que se han convertido en un lugar donde uno pertenece, sobre todo si también formaste tu propia banda. Las historias de vida son parecidas, la de Grohl, la de Hawkins, la tuya, la mía. Los mismos aciertos y desaciertos al tener una banda, la vida de giras, los ensayos, el no tener dinero pero seguir tocando en vivo, haciendo discos, viviendo una vida de Rock n’ Roll. Es lo mismo, pero a diferente escala.
Para muchas personas la música es solo eso, música. Canciones que suenan en los audífonos o parlantes. «En cambio para much@s otr@s, la música ha sido central, como un lugar de refugio y pertenencia, como un mundo paralelo en donde arrancar de la incomodidad de la vida cotidiana«.
Es por eso que vamos a extrañar a Taylor Hawkins, porque nos identificamos con él, porque era uno de los nuestros que se va tempranamente, nos quedamos en el aire. Aun así nos queda la música, siempre.
Buen viaje amigo Taylor.
Por Carlos Montivero